jueves, 15 de noviembre de 2012

Breathe.

Llevo toda la noche despierta imaginando cómo podría ser una vida sin ti. Me estremece la idea porque el simple hecho de imaginarme en un cuarto oscuras, sola y con el corazón roto, me hace sentir vacía. Vacía de todas esas cosas que me das, de todo tu universo magnífico y absorbente. Porque dime, mi pequeña luz, ¿quién sería yo sin tus estrellas, sin el río de tu cuerpo fluyendo por el caudal del mío? ¿Quién sería yo sin tus nubes, sin tu suelo? Sería tan sólo una chica y esa es la idea que menos me gusta de mí; sólo merece la pena si junto a esa chica, estás tú recorriendo el cielo, respirándome.
Me encanta observar tu rostro, enamorarme más de tu boca y tus ojos cerrados mientras que plácidamente duermes a mi lado. Sigo pensando lo mismo que creí siempre, que jamás podré mirar a otro sol sin quemarme a no ser que seas tú. Sigo necesitando tus besos, tu forma de mirarme, de tocarme. Sigo necesitando tu aliento.
Créeme cuando te digo que la magia proviene de tu alma, que los hechizos de amor los creaste tú y que los cuentos que ahora se narran a los niños, se han escrito por ti; los he escrito yo. He seguido tu historia a través de bosques, montañas y mares para pintar en cada uno de ellos una letra con tu nombre. Tú eres Bella y la bestia aquí soy yo, eres el conejo del reloj que persigo ansíadamente, mi fantasía dos mil, mis tres deseos de la lámpara.

Aprendí a pintar para dibujarte a ti, aprendí a cantar para escucharte hablar, aprendí a tocar la guitarra para escucharte reír y lo mejor de todo, aprendí a escribir para hacerte mía.
Sabes, mi amor, hemos pasado guerras. Hemos hecho frente a nuestro propio muro de Berlín y hemos sigo testigos de su caída insólita ante nuestras pupilas verde y marrón. Que viva la paz en tus labios, que viva la misericordia en tus manos, que vivamos tú y yo. Disparé todas mis balas, mataré monstruos por ti, cazaré fantasmas con un sólo propósito, que te cases conmigo.
Desde que te conocí, he intentado ser Morfeo. Cruzo tus sueños e intento cumplirlos, intento hacer realidad tus sueños esbozados en el cuaderno de tu mochila añil. Llenaré tu mundo de colores, cuidaré de tu sonrisa y tendré a mano el hilo por si se descose de tu boca rosada. También llenaré tu cuarto de flores, parándome en buscar las que mejor peguen con tu belleza.
Bendita sea la pureza de tu alma, bendito sea ese punto que tienes que es un no sé qué que me vuelve loca. Benditos sean esos besos, esas sensaciones, ese cariño, ese momento en el que me creo especial, ese amor, todo esto que me das.

Y desde aquí, desde tu lado de la cama, te digo:
Buenos días, princesa, no me hace falta dormir para soñar contigo.
 Quiero mil y una noches más contigo.Y para cuando terminen, mil y una más.









miércoles, 2 de mayo de 2012

Broken angel.

Una flor que nunca nació pero la viste morir, una hermosa melodía que jamás fue compuesta, una mirada que te vio pero que nunca te ayudó, un paisaje en movimiento pero a la vez estático, casi muerto. Miras, fijas el horizonte, un ocaso que recién comienza, diálogos mudos, sonrisas que se pierden entre murmullos, miradas insatisfechas con gusto a poco, que se dispersan por algún lugar. 
Extrañas sensaciones, pensamientos inertes, totalmente amorfos, fuera del alcance de cualquiera pero que no se escapan a la imaginación. Recuerdos que te hacen volver a vivir lo ya vivido, algunos buenos y otros, te ahogan en un mar de viejas penas...
Cambia el paisaje, el ocaso muere lento, desaparece a lo lejos un grupo de aves que vuelan hacia el infinito... Los sentidos se multiplican, una luna quieta, oscuridad absoluta, sólo estrellas en una noche veraniega que brinda todo su calor. Un sueño por cumplir que no dejará de ser un sueño hasta que se cumpla, una vida que recién comienza para algún día morir.

Huelo una flor muerta al mismo tiempo que escucho esa melodía, mientras recuerdo tus pupilas, esas que hacen volar mi imaginación.


La frialdad de tu mirada, la dureza que forma la curva de tu boca, la inexpresividad de tu rostro...  Son tus formas de observar y hablar las que dicen más de lo que tú has pensado en soltar. Tus palabras rompen tu silencio; tan grande pero pequeña a la vez...
Todo ello, te hace parecer de piedra pero la apariencia te destruye más de lo que la gente puede llegar a imaginar.
Se resbalan las balas por tu piel aunque eso no quiere decir que no te hieran, un tiro directo dentro de tu cuerpo. Has recibido tantos disparos que te hundes por culpa del peso del plomo... Vas directa a aguas muy profundas y gritas socorro a través de una mirada cada vez menos resplandeciente. 
Estás tan cansada de vivir rodeada de gente, en soledad, escupiendo líneas mudas que nadie se preocupa por intentar descifrar que entre todo el escombro de basuras, te derrumbaste.
Por fuera, pareces un edificio estable: seguro, firme y fiable. Yo sé bien que tu pilar maestro está a punto de caer y los cimientos tiemblan igual o más que la suela de mis pies.
No hace falta ya que el desamparo y la ausencia sean tus dos mejores amigos, confidentes para tus lágrimas llenas de gotas de dolor acumulado; has encontrado algo más que la pared blanca de tu cuarto, compañía en las letras de tus canciones favoritas. 
No soy el mejor pañuelo donde enjuagarte, ni la mente más simpatizante ni siquiera la mejor boca con la que conversar pero me he parado en el camino a ayudarte. 
Pero yo... voy a arreglarte. 

Nunca olvides que tu sonrisa es mi mejor amanecer y el sol contigo aparece cada día.
He pintado este blog de colores, ahora voy a pintarte a ti.

martes, 17 de abril de 2012

Acrobacia conmigo misma.

Para misma:
"Hoy tengo algo que narrarte.. Hoy tengo abatido el alma, hoy sentí caer la lluvia... Me abandoné al tiempo, me estremecí, dejé que cayeran las gotas de lluvia por mi rostro cansado. Permitiendo mezclarse con el brotar de mis permanentes y cristalinas lágrimas de algodón. Sedante, afable y sin dificultades para resurgir dentro de mi ser.




Esos gemidos que las hacen elevarse, ascender del más puro sentimiento de arraigo...Ternura.
Hoy tengo algo que contarte y no estás. Hoy mis ojos no te miran, mi voz no te refiere, mi sentido no te inquiere. No te olvido y te anhelo para existir. Vivo sin tu presencia, tu presencia ya no me envuelve entre tinieblas y miel.
Se vuelve negra tu mirada en mi retina, y sueño en mi laguna de añoranza y delirio; cual si fueras puro espejismo del pasado.
Mis ojos ya no te miran, mi sentido ya no te busca; no hay estrella en tu mirada.. ni amanecer en mi sonrisa.
Hoy tengo algo que contarte y como siempre, no estás... Me perdí y no me encuentro.
Nunca fui herida por otra espada que no fuese mía. La misma mano que anudó mi corbata, ahorcó mis sueños: mi mano.
Mi ser me causó varios problemas y ninguna solución.
Tanto acostumbré hacerme daño
que ahora, gentil conmigo, reconciliada, ingrávida parece que habito fuera de mi cuerpo y mi cuerpo cae, felizmente, vacío de mí...
Una luz al final del pensamiento, el miedo y el temor de fracasar en cada intento, saber, ver y sentir el sol en un amanecer irrepetible, descubrir la inquietud de no entender nada, incluso sabiendo de lo que se trata.
Imponerte todo y a todos, caerte mil veces al suelo y levantarte con más fuerza, ir en contradirección de la envidia, cerrar los ojos y volar en compañía del viento, escuchar y descifrar las palabras que dicta tu intuición, no dejarte nada por hacer en el día de hoy, y saber que cada segundo cuenta para cumplir tu sueño.
Ser confidente de la luna aunque las estrellas esten de testigos, ver el horizonte al final de Nunca Jamás, esa sensación de ser hombre y niño a la vez.
Envejecer teniendo más proyectos de futuro que recuerdos del pasado, soñar despierto y vivir durmiendo.
No conformarse e intentar vivir mas experiencias que por las que por derecho a uno le corresponden.
Porque lo imposible no existe, lo imposible se destruye y nace la ilusión. Y si crees, y aunque te llegue el final, esbozas una sonrisa con el valor y el convencimiento de que no siempre es punto y final, también existe, el punto y seguido....
No te enfades con el tiempo, enfádate conmigo por hacerlo tan difícil, que el tiempo solo quiere engañarte. Sólo confía en el destino.
A veces pensaste que fue una decisión acertada. Te sentiste orgullosa de haberla tomado. La mayoría, sin embargo, no fue así.
Deseaste una y mil veces, volver atrás y poder enmendar tus errores pasados, anhelaste sostener aquel rostro que te dejó ir, escupir esas palabras que enterraste en lo más profundo de tu alma, callar las que derrochaste para acabar no diciendo nada.
Escogiste un camino, y escogiste mal; y en el transcurso de las horas en que comenzabas a entenderlo, te fuiste adentrando, inexorablemente, en bifurcaciones erróneas. Las miserables extremidades de un tronco inseguro, impotente, indeciso, cobarde.
Y de cada uno de esos ramales nacieron problemas, desgracias, reveses. Y alguna que otra flor surgió, algunas tomaron la belleza de la vida y la madurez del tiempo, otras murieron sin apenas llegar a germinar.
Entregaste el mérito de tu logros a los brazos del azar, y cargaste con la culpa del curso natural sobre tus hombros. Lo hiciste todo al revés. Cuando la mayoría de tus derrotas se debieron desde el comienzo, a que acabaron mucho antes de empezar. Casi todas tus frustradas sendas empezaban y acababan en tus pies inertes.
Y te consumía callar lo que te hubiera dado tiempo, pero continuabas callada. Y te lamentabas por decir lo que te alejaba de lo que querías, pero lo seguías diciendo. Y acariciabas el viento, que al igual que los demás, se iba como había llegado. A veces incluso, del mismo modo. Con un portazo.
Maldecías al cielo no poder volver atrás y escoger el camino adecuado. Implorabas de rodillas que hubiera un dios, sólo para poder decirle a la cara que no existe. Que no creías en él. Que no lo necesitabas. Pero rezabas al llegar de noche a casa, cuando oías pasos que te acosaban en la oscuridad. “Si hubiera ido por otra calle...”´-pensabas-, Y rezabas para encontrarla al abrir la puerta del salón- que tu mismo cerrabas al irte para al volver poder creerlo de nuevo-. Y de nuevo rezabas, para poder de nuevo volver atrás.
Escogiste un camino. Alguna vez. A veces fue bien y otras no. Pero la mayoría de las veces ni siquiera lo intentaste, no hiciste equipaje. Tenías la responsabilidad de tomar tus decisiones. Tenías la posibilidad de equivocarte, la oportunidad de aprender, la capacidad de rectificar, y el don de perdonarte. Tenías por encima de todo, el deber de ser feliz. La obligación de vivir tu vida.
Naturalmente.
¿A qué esperas? ¡Camina!
Todo comienza con una chispa al igual que todo lo importante en esta vida, un breve encendido que quema la sangre de la máquina. Al instante comienza un baile sincronizado con un ritmo que rápidamente se trasmite a mis venas. Estoy lista, sólo hay que enganchar el joven corazón con sus fuertes extremidades, engrana.
Al frente, solo camino, ningún obstáculo, el viento de frente y el horizonte como meta. Suelta, que nada te impida avanzar, libéralo de su prisión. Pisa, aumenta el ritmo, excítalo, haz que aumente el ritmo hasta que sea un baile acelerado, que gire como nunca. ¡Libéralo! Transmite toda esa energía que lleva dentro y haz que vuele.
Ya está, solo queda disfrutar. Atrás solo quedó un poco de humo y acciones pasadas, nada que influya ahora. Simplemente existe el presente (cambia) siéntete libre (acelera) olvídate de todo lo malo y siéntete feliz (continúa).
Para solo cuando deje de fluir el carburante de tus venas pero ni cuando eso suceda te detengas.
La vida… El curso de la vida sigue, el reloj nunca se detiene aunque tú te quedes estancada en el mismo lugar, las manillas del reloj siempre se moverán segundo a segundo aunque tu cuerpo sea prisionero de tu mente y no tenga noción de la realidad.
¿De qué te sirve estar ahí sentado esperando a que te pasen las cosas buenas? ¿De qué te sirve quejarte todo el tiempo y no mover un un solo dedo para arreglar las cosas? ¿De qué te sirve maldecir, gritar, discutir, pelear, de que te sirve sacar todo lo malo de ti?
Dime, quiero que me respondas ¿de qué te sirve lastimarte de esa manera?
Y sabes que ella es uno de tus motivos y de tus sueños… No es tu pasado. Es más: presente.
Estoy tan perturbada con tu mirada, soy adicta a tus labios.
Todo lo mágico al igual que con un coche comienza por una chispa que te hace vibrar. Esa sensación te recorre todo el cuerpo hasta que un impulso hace que toda esa energía que tienes dentro se libere. Es ahí cuando te sientes bien, solo necesitas encontrar la chispa de la vida y dejar todo ese humo atrás.
Yo encontré lo que me hace vibrar, ¿y tú?
-- Desde Mi iPhone

sábado, 11 de febrero de 2012

Five.






Forever is a long time but I wouldn't mind spending it by your side.



Por fin. Por fin mis batallas perdidas, mi luchas por la libertad y mis gritos de auxilio han tenido recompensa tras diecisiete años en la cárcel... Al fin puedo salir y respirar el aire que me das.
Por fin puedo estar a tu lado,tocarte y creerme invencible.
Porque recuerda que son tus besos, tu sonrisa, tus abrazos y toda tú, la que destruye mi kriptonita. Tu risa como lluvia de estrellas, hace brillar mi amanecer y crea en mí la inmortalidad de mi alma. Alma que es tuya al igual que el resto de mí misma.

Ven más cerca. Tan cerca que la única frontera que haya entre nuestros cuerpos sean los muros de nuestra piel, que sean nuestros labios los puentes que unan mi latido al ritmo del tuyo.
Rozarte es tocar el paraíso no con la punta de mis dedos, sino con todo mi torso. Acariciar tus alas, sentir tu halo iluminar mi rostro, me derrite por dentro. Alcanzarte es llegar a la cima del Everest de sensaciones.

Y he de decir que bien que escalé; miles de kilómetros entre rocas y nada congelada con un solo fin: llegar y quedarme contigo.
Volé entre la densas nubes de una misma tormenta, para llegar al ojo del huracán de mi vida.
Calma, respiro porque tú me das aire.
Calidez, veo el sol brillar porque has decidido sonreírme.

He venido aquí, para mirarte a los ojos y decirte que:


Yo he nacido para amarte.


to beyond.


-- Desde Mi iPhone.

domingo, 22 de enero de 2012

This train.

Temía no poder alcanzar lo que tú rozaste cuando en la anterior entrada escribiste las palabras más bellas que mis pupilas habían leído jamás. Déjame decirte que, nunca escribiré nada tan hermoso como lo que tú escribiste pero el sentimiento es el mismo.

Caminé sobre las vías del ferrocarril, desafiando al crepúsculo y buscándote. Zizagueaba por el recorrido, apartándome al ver vagones pasar y ver que ninguno era el mío. Había perdido el norte, el sur y la brújula se había machado de darle tan mal uso.
Dime, Amor, siempre fuiste tan escurridizo para mí que yo pensé que no existías y sólo eran ilusiones mías... Pero el tiempo llegó a mí y vi pasar un tren a toda velocidad ante mí. Y se detuvo, se detuvo y supe que tú, eras mi tren.
Ahora viajo en ti, viajo contigo recorriendo el mundo, surcando tierras y retando al mismísimo cielo.
Pero es que, tú, luz de mís días, eres todo lo que quiero.
Porque yo quiero confundir mi sonrisa, sentir tu risa. Quiero mirarme en tus pupilas,
sentir tus ojos. Quiero tocar las caricias de tus manos, vivirlas mías. Quiero fundir mis manos en las tuyas, hacerlas una. Quiero modelar todo tu cuerpo, con arcilla natural. Quiero beber la magia del momento, que no se pierda entre recuerdos. Quiero unir tu alma a la mía, perderla en una canción. Quiero escuchar la armonía de tus dulces movimientos. Quiero sentir como se esfuman las penas de tu vida. Quiero que vivas en mí por el resto de tus días. Quiero hacer vida de luz
y llevarte al infinito. Quiero vivir, sentir, que seamos una.

Y cuando salga el sol, si no me encuentras dilo, porque yo sí sé dónde estaré: estaré acurrucada entre tus sábanas. Cuando salga el sol, si no me encuentras, búscame, que quiero verte desesperar ante la idea de no encontrarme. Y si cuando de madrugada comiencen a cantar los pájaros, no me oyes, agudiza tus oídos, porque yo tendré preparada para ti la canción mas hermosa jamás cantada.
Pero no esperes a buscarme hasta que salga el sol, porque hay un sueño de agua escondido en un racimo de uvas. Y hay un sueño escondido en una copa de vino, y una mirada verde que te espera despierta. Y no esperes que nadie te diga dónde estoy, porque tú sabes de sobra donde estaré. Estaré esperándote entre los pliegues de tus dedos, estaré esperándote, entre la sombra de tus manos. Y entre todos los entresijos de tu ser, yo estaré escondida; y entre todos los poros de tu piel, yo seré el sudor que refresca tu frente y tu latido
No esperes a buscarme hasta que salga el sol. Que el amor se hace mejor cuando el cielo está preñado de estrellas y no se oye más pálpito que tu pálpito y mi pálpito.

Sea como sea, recorriendo vías, cruzando mares, volando por los cielos; la cuestión es seguir juntas. Hasta el infinito y más allá.


Don't stop this train.
1130




domingo, 15 de enero de 2012

Happy Birthday


One Day...
Aún no sé por donde empezar, quiero contarte la historia de mi vida, resumida brevemente y de como tu has actuado en ella, y tal vez no escriba tan bonito como tú, tal vez no logre expresarme como lo haces tu, pero de lo que si estoy segura es de que expresaré lo que mi corazón siente, o mejor dicho, lo intentaré, porque es casi imposible por no decir imposible de plasmar como grita mi corazón por ti en un papel.
No sé si alguna vez te he contado mi vida desde mi infancia hasta la actualidad, pero, intentaré hacerlo ahora… Desde que tengo uso de razón recuerdo como jugaba con los juguetes que me regalaban, que casi siempre solían darme cada uno de los que pedía, recuerdo sentarme sobre las rodillas de mi padre a veces, decirle a mi madre ''mami, mami, ¿me pones una película de dibujos?'' y ella con una sonrisa me asentía con la cabeza y se disponía a hacerlo… Otras veces, iba con mis padres a ver a mis abuelos, mi abuela siempre me compraba un huevo kinder, y mi abuelo me llamaba y con su sonrisa me daba 20 pesétas para que comprase con ellas chuches o lo que quisiera, levantarme el día de reyes y ver que nunca me faltó nada y que casi siempre estaba bajo la ventana cada juguete, cada regalo que pedí, independientemente del dinero o de la economía, porque obviamente yo aún no tenía conocimientos suficientes para saber cuando se podía y cuando no...
No siempre fue tan bonito como nombro ahí arriba, de pequeña me divertía, iba al colegio, me llevaban al parque, hasta mi adolescencia, entonces ahí, pisé el instituto que pensaría que sería distinto, un poco mejor y más tranquilo que el colegio, pero no… Empezaron a meterse con mi vestimenta, mi forma de ser distante, fría y borde, con mis pensamientos y yo en silencio iba día a día arrastrando con mis fantasmas la más pesada sombra, sin rendirme, sin pronunciar palabra sobre el tema y sin derramar una lágrima; cuando crecí un poco más y comencé a tener mi propia orientación sexual fue otro motivo por el que meterse conmigo, yo seguí como lo hice anteriormente, aguantando en silencio… De repente empezaron a dejar ese ''acoso'', empecé a ir con un poco de ganas a clase y entonces fue cuando todo acabó, cambié de colegio y empecé a ir más contenta a las clases…
Hasta día de hoy, que me levanto cada mañana con muchas ganas dentro de lo que cabe de ir a clase y más adelante, te explicaré por qué.
Comienzan mis relaciones amorosas, la primera… fracasó por lo de siempre, engaños, celos, mentiras, desconfianza, infidelidades y un sin fin de cosas que ya te puedes imaginar. La segunda, parecida y la última ya sabes como ha sido y la conoces de cerca porque tu fuiste mi desahogo y apoyo durante ese tiempo.
Reí, sufrí en silencio, me tragué mis lágrimas, sonreí, me entristecí, me alegré, me vengué, me ilusioné, me decepcioné, lo tuve todo, no tuve nada, grité, me enmudecí, hablé, escuché el silencio, odié, amé y así un sin din de cosas más que todos en algún momento sentimos y hacemos, pero por favor, quédate con la el verbo ''amar''.
Un día cualquiera, como era de costumbre me conecté al tuenti y descubrí que el grupo que tanto desee ver en directo, el que me hacía evadirme cuando pero estaba, el que me inspiraba, esa voz, ese grupo que tanto escuché y escucho, Paramore, venía por fin por primera vez a España… Decidí sin duda alguna comprar dispuesta la entrada e ir rumbo a lo desconocido para sentir más vivo que nunca lo que ya sentía cuando lo escuchaba a través de algún dispositivo de reproducción y así fue, la compré.
9 de julio del 2.011, cogí un avión rumbo a Madrid, con ansias esperaba a que pasasen rápidamente los dos días a las 19:30 que abriesen las puertas del Palacio Vista Alegre y que a las 20:00 comenzase el tan esperado concierto. Allí conocí a muchísima gente, canarios, madrileños, catalanes, andaluces, hasta asturianos, lo que nadie me dijo a mi es que entre esos asturianos ibas a estar tu… Y sí, tú estabas ahí y la casualidad de que entre millones de personas que habían tu fueses una a la cual tuve el placer de conocer, una noche, 11 de julio, justo delante de la cristalería del corte inglés, en el centro de la calle, bajo la farola que desprendía una nítida luz amarillenta que reflejó tu cara, mi cara, tus ojos, mi sonrisa, entonces ahí vi más que una persona hasta que sutil y educadamente levanté la vista hasta clavar mis ojos en los tuyos, mi mirada en tu mirada y entonces, ahí y solo en ese instante se paró el mundo, mi estómago se encogió, el mundo se paró a mi al rededor, mi cabeza dio vueltas como si de un mareo se tratase, los pájaros dejaron de volar, los coches de correr por las autopistas, las personas aprendieron a volar, los animales razonaron, las plantas caminaron y solo tu y yo transitamos la avenida del futuro sin siquiera saberlo, porque ambas sentimos en ese mismo instante ese cosquilleo, ese mareo, esa sensación de pausa del mundo, esas estrellas brillar con más intensidad, entre ellas, tú. Ambas supimos que aquello no era de casualidad, que era tan raro y tan bonito, lo supe con tanta seguridad que me dispuse sin pensarlo sobre las 6 de la mañana a hablarte por el tuenti, a pesar de lo poco que te conocía, de la vergüenza que me daba hablarte, lo tímida que has comprobado que soy y el sueño y cansancio que tenía…
No sé como ni porque sentí que tenías una mirada sincera, que sonreías con sinceridad pero una parte de tu mirada era gris, una parte de tu sonrisa era forzada y yo no sabía lo que se escondía detrás de ella y me prometí esa noche averiguar que pasaba en tu mirada y en tu corazón, y así fue, no sé aun bien porque me inspiraste tanta confianza para contarse mis miedos, mis problemas, porque estaba triste, porque sonreía, que quería, que odiaba, que me gustaba y poco a poco te fuiste convirtiendo en mi apoyo, mi confidente, mi otra yo, descubrí que a pesar de nuestras diferencias físicas, de cultura de ciudades, de lo que sea, éramos por dentro, exactamente iguales, como clones, si, esa es la palabra, clones….
De golpe, un día que me resumiste el porque de esa tristeza en tu mirada divisé mi pasado en la mente, y si, he tenido suerte en mi infancia, porque fui niña, fui feliz, jugué, lloré, grité y pedí juguetes y más juguetes y poco a poco a medida que avanzaba el tiempo tu me hacías ver más de tu interior, de tu corazón, de tu mente… Y pensé que ojalá tu hubieses tenido la infancia que te merecías, la adolescencia que tenemos todos, pero sobre todo, esa inocencia, la ilusión de un niño, el espíritu y vitalidad, la alegría, los caprichos que todo niño en su mejor infancia tenemos y realmente te has merecido tanto y has tenido tan poco en esta vida que me encargaré personalmente de hacer que tu vida se vaya llenando poco a poco de cosas vacías que nunca se llenaron, hasta que me digas ¡BASTA! Ya no me caben más cosas en el corazón, en el cuerpo, ya no quepo en mí, entonces ahí, te llenaré de sensaciones y momentos que nunca se borrarán de tu mente, te harán la cicatriz más marcada y hermosa que nunca hayas tenido en el cuerpo, te clavaré el corazón con la llave mágica del amor infinito, cogeré un baúl y guardaré en el todos tus secretos, tus sentimientos, tus pensamientos, tus penas, tus alegrías, tus preocupaciones, tus satisfacciones, guardaré en el tu mirada intensa porque desde aquel día… Si… Aquel día en el que pisé el aeropuerto de Asturias por primera vez mi corazón empezó a latir más y más deprisa, mi cara ardía y se llenó de un color rojo intenso, mi respiración empezó a entrecortarse sutil y discretamente, mis labios empezaron a temblar, como si supiesen que la pieza que los unía estarían a punto de rozarse con ellos, ellos ya sabía que nos íbamos a sellar en el primer beso…
Así fue, salí por la puerta, y a pesar de ir despistada y desubicada te vi, con esa sonrisa tímida y esa mirada solo para mi, me abrazaste y sentí como si solo fuésemos una, y así es, somos una, llegamos a tu casa y tras un rato de charla tímida y silencios llegó el momento de posar mis labios ante los tuyos, pegarlos delicadamente y sentir el calor que desprendían entre más cerca estaban, nos fundimos en un alma, en un solo latido, todo cambió, las mariposas revolotearon, incluso unas ganas de llorar me invadieron, siempre de felicidad, por su puesto… 
Día a día me demostré a mi misma que podía querer de verdad, me demostraste que era querer con sinceridad, me diste tu corazón sin miedo y ahora por si no te queda claro te entrego el mío así que, por favor, solo te pido que lo guardes y nunca lo uses, no juegues con él, no lo aprietes, no lo golpees y trátalo como si de una flor delicada se tratase, como a la niña de cristal, cuidado, cuídalo y dale amor, tenlo escondido, sujétalo con tus alas de ángel, agárralo fuerte pero con cuidado de no romperlo, y una vez más… cuídalo como si tuyo fuese porque debo confesarte que lo es…
No soy rica, no soy pobre, no soy fea, no soy guapa, solo tengo para darte este amor, este amor infinito, solo tengo palabras, sentimientos, un cuerpo que se mueve por y para ti, una sonrisa que brilla, unas manos que te tocan con delicadeza, una mirada que te observa con sinceridad, yo solo tengo un corazón que entregarte y ya lo puse ante ti, lo posé sobre tus manos y lo dejé volar hasta tu interior, yo solo tengo que decirte que te amo con toda mi alma, que ni si quiera sé que palabra emplear para decirte que es más que amor; adoro vivir en nuestro universo, rodeado de estrellas, tu sonrisa, llena de luz brillante, si, hablo de tu mirada, tapadas con un cielo azul transparente, el calor y cuidado que me aportas, la seguridad que me demuestras, bombardeadas por miles de esteroides, de partículas, chocaras con la opaca luz lunar, bombardeada por fuegos artificiales directos al corazón, mi amor…
Quiero desearte un feliz cumpleaños porque no es uno más, es el primero que puedo felicitarte, y el más importante porque tu estás en mi vida y yo en la tuya, porque son 18 años, que todos valoramos y queremos para ciertas cosas, pero, sobre todo sé que ha sido ansiado y deseado por ti porque realmente es el paso a tu libertad, porque cariño, después de lo que has pasado y de las cadenas que te han puesto al rededor del cuerpo y del corazón ya era hora de que se fundiesen con fuego hasta que no quede ni una partícula metálica que te rodee, así que, te digo aquí que tras ver el laberinto de nuestras vidas que durante el paso de los años se ha complicado y facilitado, he encontrado la salida, tuve un sueño, los pensamientos navegaron a la deriva por los mares de mi mente, y por fin, he hallado la respuesta al sueño, he descubierto la felicidad de una niña, he alcanzado la adolescencia en estado puro, he tocado con mis manos el sol sin quemarme, he pisado la luna fuerte, he descubierto la salida del laberinto, porque… esto es un secreto, no se lo digas a nadie, la respuesta se esconde dentro de un solo ser; tú, pasando por el infinito hasta mis manos. La respuesta es: amor. 
Así descubrí la entrada y la salida a todo camino, te amo muchísimo, niña linda. We're infinite.
Feliz cumpleaños.



You're my everything, because you had me at hello and you make me feel fireworks.






jueves, 12 de enero de 2012

You can make me whole.

Deambulando por el mundo, me encontré un pozo... Me asomé dentro y vi el reflejo de mi propia cara. Odié observar mi mirada tan apagada, tan sumida en la tristeza. Intenté sonreír pero mi gesto fue tan forzado, que mi rostro y toda yo se rompió en miles de pedazos.
El viento me llevó lejos, separándome por todos lados... Parecía un viejo papel roto, abandonado, volando en un cielo lluvioso. Realmente, era lo que era.
"Then I see your face"
Entonces, arrastrada por un vendaval que no era el mío, vi tu cara a lo lejos. Fue como ver una luz al final de un largo y laberíntico túnel. Recuerdo que te contemplé tanto que tenía miedo de gastarte pero es que, cariño, brillabas más que una piedra preciosa. Eres el mejor diamante.
Supe que tú y yo estaríamos más cerca, soñaba con esa idea. Nos separaban metros pero yo no quería que ni un solo milímetro me separase de tu cuerpo. Sorprendentemente, mi deseo se hizo real.
"I know I'm finally yours"
Desde el primer momento en el que cruzamos miradas, supe que era tuya. Sonreíste tan increíblemente, que conquistaste mi mundo con sólo dibujar tu mejor arma para hechizar(me) en tus labios. Decididamente y sin temor, mi corazón se fue corriendo a tu lado.
Me enganchaste, droga estelar.
"I find everything I thought I lost before"
 Toda la confianza,  toda la fuerza, todos mis sueños, todas mis esperanzas, todo lo que había perdido cuando caminaba a ciegas por mi senda de penas, volvió por arte de magia. Esa magia que aparece cuando me besas... Cuando caigo bajo tu conjuro, es cuando la cabeza me da vueltas y siento que floto. Mariposas.
Con cada beso, recupero un trozo de mi alma.
"You call my name, I come to you in pieces"
 Dices mi nombre allá a donde vayas, siento que el aire que me arrastraba toma forma y me lleva a tu encuentro. Sigue llamándome, iré hasta el fin del mundo, en miles de pedazos, para poder encontrarme contigo.
No hay límites para mí si se trata de ti. Supongo que, estoy loca, locamente dispuesta a todo por ti. Loca de amor...
"So you can make me whole".
 Porque sé que en cada gesto que haces, cada cosa que dices, cada mirada que decides dedicarme y cada sonrisa que pintas en mí... Es tu antídoto a mi enfermedad.
Ahora he llegado a ti, descubres la primera parte de mí en el suelo y decides salir a buscar a los demás. Corres ignorando las gotas de lluvia de la tormenta, esquivas los relámpagos y poco a poco me vas encontrando. Cuanto más te acercas, más me llenas. Ya te vislumbro venir hacia mí sonriendo y con todos los pedazos de mí en tu mano... Dentro de ti, está mi corazón. Guárdalo bien porque eso siempre va a quedarse contigo.




 Porque tú eres la única que puede hacer que yo esté completa de nuevo.

martes, 10 de enero de 2012

Glassed girl.

Once upon a time...
Una fría noche de invierno, dos personas crearon a la criatura más débil que había existido jamás. Le pusieron cuerdas en los pies y manos y la pusieron a andar... 
La pequeña chica vino al mundo, un mundo donde ella pensó que era oscuro y sin sabor. Para ella, los días eran grises y las noches negras, sin apenas diferencia de color. La niña creció lentamente, contando siempre los días y mirando aquel cielo que rompía sus esperanzas. Se dio cuenta que con el paso del tiempo, su corazón no aparecía y que en su interior sólo había vidrios rotos. Era tan delicada, tan de cristal que como juguete no servía y por eso se rompió en miles de pedazos según la iban tocando, resquebrajando su piel de porcelana y volviendo su único toque de luz, sus ojos, más oscuros y muertos.
La nieve caía sobre su tejado, simulando la ceniza de su risa apagada pero la diferencia, era que en la ceniza hubo llamas y en su interior nunca ella había encontrado nada. De vez en cuando, las noches le regalaban una tormenta que la niña no entendía, no comprendía su valor porque era demasiado pequeña para darse cuenta que cada trueno era un grito en un silencio atronador. Ese silencio era la llave de su única estación, el invierno.
Cuando un día decidió salir a recorrer el pequeño y mustio jardín de su casa, se topó con muñecos que vagaban sin vida de un lado a otro y esos fueron sus fantasmas diarios. Cruzó temerosa hasta el otro lado y allí, se topó con una enorme verja de metal cerrada que ponía: “sólo se abren puertas cuando tienes a alguien con quien cruzarlas”. Dándose cuenta de que ella estaba sola, se dio la vuelta y observó que allí no había nada… Nada más que muros interminables que escalaban el cielo, montones de estatuas que le clavaron la mirada y vieron en su interior, transparente, juzgando su alma; un alma que sólo era suyo. Aterrorizada por sus rostros, se encerró en el cuarto de su habitación y de ahí no volvió a salir hasta que no viese la luz del sol asomar por su ventana. Pero el sol, nunca llegó y sus sueños se consumieron tan efímeramente como aparecían. Cada resplandor, era una ilusión en su cuarto de esperanzas perdidas.
El polvo fue llenando su interior. Cubrió heridas, ensució sus cuerdas y ella no volvió a caminar más, se estancó en un último paso que nunca llegó a dar. Se juró a sí misma entre lágrimas, que nunca llegaron a nacer, que no tendría fe nunca más porque cada vez que creía en algo, era ella quien se rompía más y más. Se maldijo por ser de cristal y deseó que la hubiesen creado de piedra. Gastó su último aliento en un intento desesperado de volverse fuerte pero más que ser un pedrusco resistente a todo, fue una pequeña china que dejó de sentir, se aisló del mundo…
Las sonrisas fueron inexistentes en esa casa abandonada, encantada por la soledad. Las habitaciones habitadas por los ecos del pasado, eran ahora propiedad de los fantasmas. Éstos, habían atado a la niña por sus propias cuerdas, ya débiles por el tiempo, y la habían llenado la cabeza de palabras huecas. Ella era prisionera de locos del pasado, de cosas que nunca la dejaron crecer y hacerse grande.
La tristeza fue la única compañera que tuvo durante esos largos años que pasó encarcelada sin motivos. De vez en cuando sus labios se abrían y de su interior salían cantos que expulsaban toda la enfermedad de su interior. Era su única manera de sentirse libre.

Cuando su mundo de fantasías se hizo cruelmente real, fue cuando su cuerpo entumecido por el frío decidió volver a andar. Anduvo en círculos pero no se detuvo en su camino… Volvió a creer que si deambulaba por su jardín, como aquellos viejos fantasmas, llegaría a encontrar la salida o alguien con quien abrir aquella puerta.
Mantuvo la firmeza en cada paso, con los nervios a flor de piel y con la idea de resistir hasta que llegase su amargo final. Buscó con la mirada en los rostros indemnes de las figuras que se vislumbran entre la nieve caliente y no se dejó derrumbar ante los obstáculos que le ponían en el camino aquellos burlones vagabundos del demonio. Tal vez ella fuese frágil, tan frágil que les causase risa pero pese a que estuviese hecha del cristal más fino, su voluntad era fuerte. Porque aquellos intentos por intentar ser una piedra, que le habían parecido en vano, le habían envuelto en una armadura invisible, le habían puesto una careta que daba sensación de frialdad a quien la observase. Ya no sólo era la muñeca transparente de una casa habitada por el alto ruido del silencio sino que había dejado atrás la porcelana para ser diamante.
Nada entonces la podía dañar por eso se atrevió a luchar contra sus monstruos, buscando respuestas y con la loca idea de que más allá de las verjas, existiría la primavera. Pero aquellos monstruos, ganaron.
Derrotada y rota en miles de pedazos, recogió lo que quedaba de sí misma y cojeó hasta aquella habitación llena de polvo una vez más. Se dio cuenta entonces que ella nunca había sido fuerte ya que su alma seguía siendo la misma y que todo era apariencia. Por eso ella había perdido todas sus batallas.
Sin fuerzas para nada más, volvió a atar sus extremidades a los pies de su cama y cerró los ojos, dispuesta a morir de una vez y terminar con la agonía del invierno…

Pero no fue la muerte quien abrió la puerta de su cuarto de sueños perdidos, no fue la parca quien desató sus cadenas… Fue una joven que brillaba tanto que la niña pensó que era el mismo sol que había esperado cada mañana al mirar la ventana. Con la cara sucia del polvo, la miró y ella la llenó de calor con una simple pero cálida sonrisa. En su interior, llegó el verano y la casa en ruinas poco a poco fue tomando color. Se quedó tendida en el suelo, esperando que aquel ángel la tomase de la mano y la llevase consigo. Así fue cómo ocurrió.
Según caminaban, las flores aparecían tras sus pies, el verde del jardín nació. La chica de cristal vio por primera vez en su vida algo más que gris y negro.
La vida se le plantó por primera vez delante de sus ojos, que ahora brillaban intensamente porque en sus pupilas se reflejaba la esencia de su salvadora. No tuvo más que darse cuenta de que lo que tenía ahora, era lo mejor que había tenido jamás.
Poco a poco, con cada paso, perdió sus cuerdas y no se sintió más títere, los fantasmas huyeron espantados por la luz y las estatuas del jardín sonreían. Escuchó a los pájaros cantar y ella no pudo evitar reír, su risa no se esfumó como siempre si no que permaneció ahí siempre entre sus labios. Labios que fueron hechizados por aquel ser venido del paraíso, cuando la besó por primera vez.
En su interior, nació la sensación más hermosa del mundo: el amor.
Caminaron hasta aquella puerta de metal del jardín que se encontraba abierta y tras ella, había un enorme y atrayente resplandor.
            -¿A dónde me llevas?-preguntó la niña, encandilada.
El ángel la miró y sonrió, en su interior volvieron a nacer chispas.
            -A la primavera, fuera de este infierno invernal.
Y la tomó de la mano fuerte y así caminaron volando por el infinito sin soltarse nunca y con la sensación de que le habían entregado el corazón.
Porque su corazón había estado siempre con aquella persona que la sacó del invierno más duro que había tenido jamás.

Erase una vez la historia interminable de amor.

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