miércoles, 24 de abril de 2013

The truth

Vamos a pretender que la realidad sólo es un cuento de miedo. Vamos a fingir que las mentiras se las lleva el viento y olvidamos, y perdonamos. Vamos a creernos las historias imposibles y dejarnos de horas que no sirven para nada.


Vamos a mirar al cielo, haciendo temblar rodillas y gritando desde adentro. Vamos a fingir que las palabras no llegan a romper el alma. Vamos a asumir las verdades que callan los labios. Vamos a tragarnos que mis pupilas verdes no ven más allá...
Todo esto desde un contexto irónico y utópico porque bien sé que nada de lo que digo aquí es cierto. El corazón me ha demostrado que sí que existen cosas imposibles. Algunas de ellas están ahí arriba escritas.... ¿Las demás? Me las guardo para mí, para soñar con ellas todas las noches y levantarme con su amargo sabor todas las mañanas.

Ya no existen más maneras de decir las cosas.

Anklebiter

lunes, 22 de abril de 2013

Casas de muñecas




La joven cruzó la habitación y cerró la puerta. Después se quitó las botas empapadas y se tumbó en la cama produciendo un enorme suspiro. Miró el techo, teñido de blanco pero salpicado de pintura de diversos colores para por último, acariciar a su pequeño gato.

— Sabes, la humanidad no existe, Bigotitos. Me la comí para que no me comiesen a mí ellos.

El felino la observa a través de sus profundos ojos de color ámbar. Abre la boca para contestar pero se detiene para reflexionar mejor la respuesta.

— Devora a aquellos que tienen por objetivo segarte el corazón en dos— contestó al fin.

La muchacha asiente, juega con un mechón de su pelo castaño y permite que sus párpados ganen la batalla. Toma aire para preguntar:

— ¿Y cómo sé quién es en verdad el monstruo? Los lobos siempre se disfrazan de corderos.

— Es imposible saber quién va a herirte pero puedes evitar un daño mayor si te ocultas en tu máscara de diversión —le responde mientras se alisa el pelo de su pata derecha.

Y es por fin cuando llora la niña, consciente de hasta dónde puede llegar ese juego. Con los ojos llenos de lágrimas, con el corazón lleno de cenizas y la garganta seca, logra apenas alzar la voz para susurrar lo último que dirá ese día:

— A las chicas buenas, nos toman por tontas. Pero mis pupilas sabían, saben y sabrán la verdad que se esconde tras las falsas sonrisas.

Tras anunciar lo que ella cree que será un profecía, cierra por fin su alma y tira la llave.
Nunca nadie podrá volver a jugar en su casa de muñecas.



Anklebiter.
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