domingo, 9 de febrero de 2014

La Verdad

Duele.
Duele conocer algo que sabes desde hace mucho tiempo que es cierto pero que aún así te empeñaste en creer tu fantasía. Duele creer que tú eres el error de cada uno de los problemas de tu vida. Y que se atrevan a negármelo.
Sea como sea la intensidad de las palabras, aunque no sean actos los que las confirman, hace que sangren los ojos y llore el corazón. Se me acaba de caer el mundo encima y aquí no hay nadie para sostener los pedazos. ¿Dónde están vuestras promesas?
Estoy sola, sigo encerrada en mi mundo aterrador donde todas las cosas me las como hacia dentro y va a seguir siendo así. No merece la pena decir la verdad cuando nadie es realmente sincero en este mundo de mierda.
Al fin y al cabo, estoy destinada a perder todo lo que tengo. A que se vayan todas las cosas que definen como "bonito" o "bueno" un día.
No sabéis cuánto duele ver como se aleja la luz, cómo los gestos que antes eran míos reposan en otra persona. Las palabras, los detalles que llevaban mi nombre, ahora no son nada. Y nada es la que tengo yo ahora metida en el cuerpo, esa sensación que conozco bien pero que aún es capaz de sacudirme por dentro.

Cuando un espejo se rompe, los cristales salen disparados con tal fuerza que te hace la piel jirones. Y ahí es donde mi alma queda desnuda, sin armazón que lo proteja de todo este dolor. Dolor que es mío, que me lo quedo yo y no lo compartiré con nadie.
Te nece... Pero no termino de hablar porque no sé si vendrás.

Nunca voy a ser lo suficientemente guapa, lo suficientemente perfecta… Sé que hay mariposas bellas en este mundo y como dije meses antes, yo soy un gusano que escarba la tierra. A las lombrices nos quema mirar fijamente una estrella.
Tengo problemas que me comen la cabeza pero necesito paciencia y tiempo. Doy pistas, nadie las entiende; doy manotazos, nadie los ve venir...

Nada es como antes y yo lo sé bien. Todo lo que haces, me lo hacías a mí antes. También sé la causa, no soy tonta. Pero si me preguntan, te diré que no sé nada. Tendré que hacer tripas corazón y negar con la cabeza mientras Fantasía se destruye dentro de mi pecho.
Jamás me imaginé en toda mi vida que la realidad fuese tan dura.

Y hasta aquí llega el momento de mí hoy.

PD: ¿Dónde estás, Charlie? Que te tuve que crear para justificar mis actos y ojalá fueses real...