sábado, 9 de abril de 2011

Good dreams.

Mirad, creo que por primera vez en un año y medio realmente me estoy sintiendo bien. Quitando una cosa de mi vida, todo está más o menos aceptable. Y me conformo con algo que esté aceptable.
Las cosas no se han arreglado de una manera correcta (o como yo creía correcta) pero al menos, se han arrreglado y eso es lo que cuenta. He comprendido que, lo que importante es avanzar y lo que hace triste al ser humano es quedarse atascado en un mismo punto una y otra vez.
Yo tengo tendencia a atascarme mucho, sobre todo en todo aquello relacionado contigo (que sigo rompiendo las normas que me propuse y me propongo todos los días pero en fin, las reglas están para romperse, ¿no?), pero ahora que ya han quitado el pause a mi vida, podría decirse que la película sigue. Va a cámara lenta y no me sé el guión así que improviso. Porque la vida se basa en improvisaciones. Es mejor estar así que intentar mantenerlo todo bajo control porque siempre escapará de nuestras manos, la vida escapará de nuestras manos.
Me importa una mierda que te eche de menos (o de eso trato de convencerme), tampoco me importa no vivir en mi casa, ver el número de familia y amigos reducido ni esas cosas que siempre pensé que me preocupaban. Puede que ya no lo tenga todo pero al menos, tengo algo y mientras tenga ese algo, podré aferrarme a la vida.
Estos días es cuando más me he dado cuenta de lo sola que estoy, de la idea de que no puedo salir a la calle aunque quiera porque no tengo con quién. Porque esas personas que salían conmigo bien no están, están ocupadas o lo que sea... La cosa es que sé que están ahí para mí como me han prometido pero en realidad, no lo están.
Hace menos de un mes me atormentaba la idea de ir por ahí, paseando sólo con tu propia sombra, aunque ahora estoy llegando a acostumbrarme. Me gusta la sensación de escuchar la música en mis oídos y nada más. Ningún quebradero de cabeza, ni mi propia voz... Nada.
Pero quiero que sepáis, a los que leáis esto, que cada segundo que pasa me doy más cuenta de quiénes son mis amigos verdaderos y los que sobran. Gente falsa hay en todas partes y tened por seguro que aquellos que me estáis tratando mal ahora, no tendréis mi mano para cuando la necesitéis... Ya no soy tan idiota como era antes.
Por otro lado, el motivo de mi repentina "felicidad" se debe a que el mayor sueño de mi vida se está cumpliendo. Los que ya me conocéis de un tiempo, sabéis que amo la música y que sobre todo, amo a Paramore. Siempre he dicho que una vez que los viera en concierto, podría morir en paz después. Pues bien, después del 11 de Julio... Como si me da una enfermedad terminal, me atropella un camión o me estrello en el choche. Moriría feliz una vez que sintiera vibrar SU música en mis venas, latiendo conmigo, tiñiéndome de naranja.
Los sueños se hacen realidad. Ya lo he dicho en anteriores entradas pero tal vez esta sea la primera vez que lo diga de todo corazón.
Pero tras pensar en este concierto, en el acto que culminará por darle sentido a mi vida, se me han planteado dos dudas:
-Si te encuentro ahí, a ti... ¿Qué HAGO? No puedo verte, no puedo....
-Una vez que mi mayor ilusión se haga realidad, tengo miedo de quedarme vacía, de no tener más metas.

Aunque en fin, no quiero pensar en el futuro dado que esto no me llevará a ninguna parte porque pensar en el futuro es como pensar en el pasado. No sirve absolutamente de nada ya que lo que vale y cuenta es el presente. Y el presente es que sonrío, no sé por qué exactamente y tampoco tengo muchos motivos, pero sonrío. Sonrío por vosotros, por ellas, por mis amigos y por aquella chica pelinaranja que me enamoró en 2005.

No hay comentarios:

Publicar un comentario