viernes, 2 de julio de 2010

Quién eres.


La pregunta es: ¿Quién eres tú para ti?

Sí, lo has entendido. No te estoy preguntando, ¿quién eres tú para los demás?, sino ¿quién eres tú para ti mismo?

Supongo que si te pregunto acerca de ¿quién eres tú para los demás?, encontrarás con bastante facilidad una respuesta, sobre todo si concretamos aún más esta pregunta. Por ejemplo, si te preguntas ¿quién eres tú para tu pareja? ¿quién eres tú para cada uno de tus hijos? ¿quién eres tú para tu padre? ¿quién eres tú para tu madre? ¿quién eres tú para cada uno de tus hermanos? ¿quién eres tú para cada uno de tus amigos?; seguro que se te ocurre una respuesta para cada una de estas preguntas.

Pero, ¿tienes una respuesta a la pregunta de quién eres tú para ti?

Si no la tienes, pregúntate ¿por qué no la tengo? Probablemente estás viviendo hacia fuera mucho más que hacia adentro; es decir tu preocupación de vida, incluso del sentido de tu vida, está en manos de los demás y no en la tuya.

Entonces, ¿qué vida estás viviendo? ¿La tuya o la que los demás esperan de ti?

En este último caso, pregúntate acerca de ¿cuántas vidas estás viviendo? ¿Una para tu pareja; otra para tu padre y otra para tu madre; otra para tus hijos; otra para tus hermanos y otra para tus amigos? Estaremos de acuerdo en señalar que cada uno de ellos espera de ti algo distinto por lo que es evidente que tú no puedes contentarlos a todos, y por la misma razón, tampoco estás contentando a ninguno de ellos en particular.

Pero lo peor no es esto. Lo peor es que, al estar viviendo las vidas que los demás esperan de ti, la única vida que no vives es la tuya, y sin vivir la tuya no hay vida. Hay escenario, teatro, personajes, tipos de trama, escenas que no pueden ser auténticas y, al final se va el público y cuando te quedas sólo, finalizada tu actuación, no hay otra cosa que un gran vacío.

Es el vacío de tu alma que siempre está ahí, esperando que un día te acuerdes de ella para mostrarte tu auténtico poder.

Tu alma es tu esencia, es decir tu "auténtico yo". Es el único lugar en el que eres tú mismo, con absoluta independencia respecto de los demás, y curiosamente mientras por primera vez alcanzas esa independencia, experimentas también por primera vez tu unión con todo: no solo con todos los demás sino también con todo lo creado, con la naturaleza entera, porque la misma divinidad que está en tu alma se halla en todo lo que te rodea, y por eso te sientes uno con todo el Universo.

Entonces dime una cosa: ¿cuántas vidas y cuántos personajes representas a diario? ¿Cómo te sientes al finalizar cada una de tus actuaciones? ¿Quién eres?¿Eres ese esposo(a) o amante; o este otro? ¿Eres ese padre o madre; o este otro? ¿Eres es hijo(a) o este otro? ¿Eres ese hermano(a) o este otro? ¿Eres ese amigo(a) o este otro?

¿Te has parado a pensar en la energía que derrochas a diario en cada una de tus actuaciones? ¿Cómo crees que la canalizas si tras tanto esfuerzo nunca estás satisfecho? ¿Qué pasaría si fueras fiel a ti mismo? ¿Qué pasaría si estuvieras en tu propia esencia? ¿Crees que si fueras tú mismo gastarías tanta energía? ¿Cómo crees que la canalizarías y aprovecharías si consiguieras ser tú mismo?

Permíteme ponerte un ejemplo: pensemos en un atleta olímpico especialista en la distancia de 1.500 metros, con grandes posibilidades de medalla de oro. ¿Crees que ese atleta tendría alguna posibilidad de medalla si tuviera que competir en la final olímpica de 100 metros? ¿No estaríamos de acuerdo en pronosticar que en la final olímpica de 100 metros, ese atleta seguramente llegaría el último?

Es curioso. En este ejemplo todo consiste en correr para llegar a una meta pero aún contando para ello con uno de los mejores atletas del mundo sólo se obtendrá el mejor resultado si dicho atleta se alínea con su propia esencia. Es evidente que la esencia de ese atleta en concreto está en la carrera de media o larga distancia pero no en la de sprint, por lo que no estar en su esencia le excluye de toda posibilidad y además le impide disfrutar de la carrera, que es lo más importante, porque sólo cuando disfrutamos podemos ganar.

Entonces, ¿qué tipo de atleta eres tú? ¿Cuál es tu esencia? ¿Qué te hace disfrutar? ¿Qué te pone? Si se tratara de un trabajo, ¿qué trabajo te gusta tanto que podrías hacerlo gratis?

¿Cuál es tu verdadera naturaleza? ¿Qué es lo que fluye en ti sin ninguna resistencia? ¿Qué te levantaría todas las mañanas con una enorme sonrisa?

Quizá todas estas preguntas te ayuden a contestarte la pregunta de ¿quién eres tú para ti?

Y te adelanto una cosa: cuando encuentres tu respuesta lo sabrás. Simplemente lo sabrás. Ya no habrá más dudas. Porque cuando estás en tu esencia eres tu propio director de orquesta dirigiendo toda la música que hay en ti, compuesta de todas las notas que componen el Universo; música que ha estado siempre dentro de ti, esperando tu batuta para ser tocada.

Tu música es tu esencia y siempre ha estado en tu interior provista de la más absoluta paciencia, consciente de que debe esperar a ser descubierta por ti para ser tocada. Ella está ahí para ti pero tienes que mirar hacia adentro para encontrarla.

Descubrir tu esencia no tiene límite de edad. Ocurre cuando ocurre y esa magia, sigue siendo magia, aunque lo consigas con ochenta años de edad.

Pero, ¿para qué esperar?

Pues eso, que debo saber quien soy. Os recomiendo también que todos lo hagais, no es sencillo vivir con una máscara.

16 comentarios:

  1. Qué quieres que te diga, yo vivo 3 vidas, la mía, la de mis amigos, y la de mi familia, y las puedo compaginar bien :)
    Sé que no soy ni el mejor amigo, ni el más fiestero, ni sentimental, ni hablador... pero soy yo, y bastante contento que estoy.
    Las máscaras, si son finas y te dejan ver quien hay en realidad detrás, no están tan mal :)

    Y tú? qué piensas de tí?

    PD: Lo de la carrera de 100 metros, es Sprint, no spring ;)

    ResponderEliminar
  2. hahah una errata e_e xD que fail è_e
    Yo no pienso nada bueno la verdad xDDDDDDDD

    ResponderEliminar
  3. Ya estoy para corregirte, tranquila xD
    Jaja

    Nada bueno? algo habrá... deja de ser tan negativa y piensa un poco en tí :)

    ResponderEliminar
  4. ummm... tiene más que aprender el que dice saber que el que no sabe xD

    ResponderEliminar
  5. umh... es menos sabio el que dice a otro que tiene que aprender.
    Es un proverbio chino.

    ResponderEliminar
  6. Nosotros no decimos q lo sepamos todos, pero tu si que hablas como si supieras de lo q hablas y no es asi, lo sabes de sobra Betty te refugias en algo q no es real, dices que es muy dificil vivir con una mascara y en el fondo es algo muy comodo... Pero tiene consecuencias y tu ya las estas sufriendo...

    ResponderEliminar
  7. Acaso puedes asegurar que esas palabras escritas ahí sean todas mias? Por que no lo son xD El principio es mío pero lo demás es parte de un libro escrito por un psicólogo. Sabe de lo que habla supongo yo.
    Y todo tiene consecuencias y sinceramente, me importa poco sufrirlas o no. Las consecuencias no son malas, simplemente son consecuencias.

    ResponderEliminar
  8. Sabes que Freud era Dios para mi, pero ni aunque todo eso lo hubiera escrito Freud lo habria creido.
    Enserio las consecuencias q estas sufriendo son buenas??
    osea, los tropezones nos ayudan a aprender a andar pero tambien hay q saber esquivarlos

    ResponderEliminar
  9. Yo no he dicho que sean buenas xD No todo se resume en bien o mal, blanco o negro. Hay un millón de colores en la escala de grises antes que el blanco y el negro.
    Umm... a mi no me ha ido bien esquivando los tropezones porque esos tropezones son los que me han pedido que esquive, no lo quise hacer yo. Así que ahora, tropezaré si yo lo he querido. Cometer errores es bueno.

    ResponderEliminar
  10. Es bueno hasta q lo pierdes todo!

    ResponderEliminar
  11. Como bien me han dicho, la soledad no es tan mala.

    ResponderEliminar