domingo, 12 de mayo de 2013

Sleepwalking

Me preguntas pero nunca soy capaz de decirte la verdad pues duele demasiado como para decirla en voz alta. Todo, todo lo que conozco y merece la pena ahora está desapareciendo. Me lo arrebatan de las manos, en una espiral llena de espinas que se clavan en mi garganta, que aferran mi carótida de manera irónica...
No sé qué hacer ya, cómo volver a posar tus ojos sobre mí hasta que el infinito logre envolvernos. Me he dado cuenta que los libros no cuentan historias reales, que mis fantasías no son más que fantasías. Todos los sueños que escribí contigo podrían desaparecer, ¿lo harán?
Tiemblo. Te veo caminar rápida y veloz hacia un nuevo hogar que no son mis brazos. No me mientas más, son tus labios lo que gritan lo que callan a veces...
Me he cansado de escribir para mí.
Me encantaría desaparecer para saber si irás a buscarme pero me aterroriza la posibilidad de que no lo hagas.
Te juro que ni en mis peores pesadillas te imaginé dándome la espalda. Te juro que entre todas las palabras que te susurré no era ninguna mentira. Te juro que cuando te digo que tú eres el aire es porque lo eres. No existe nada más allá para mí que el final de tus pupilas.
Quiero gritarte que te quedes pero temo escuchar un no. Quiero gritarte que no me dejes pero no quiero oír tu respuesta. Quiero gritarte que me ames, que me lo digas todos los días de mi vida.
Sólo sé que duele. Sólo sé que ya tengo mi plano de ideas. Sólo sé que te quiero, que te más que quiero. Sólo sé que tu silencio está matándome.



Anklebiter.

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