miércoles, 11 de mayo de 2011

Everything.


Aida, este pedazo de mí es sólo tuyo. Algo que nadie más podrá quitarte nunca. Para que hagas lo que quieras con ello. Antes de nada, quiero aclarar que esto no es lo más bonito que tendrás que leer pero puede que sea lo más real y sincero que te encontrarás.

Guiemos mi corazón hasta las líneas más profundas de mi mente, ese cajón del que ni siquiera yo misma sé qué pensar, qué creer.
En la tarde más lluviosa de mi mente, llego a pensar en ti y hay veces que creo que podría llegar a echarte de menos. Luego me corrijo, mis ojos ven lo que tienen que ver (quieren ver) y te proyectan allí. Tan hermosa como siempre juré pintarte. Tan hermosa como tú siempre has sido. Yo no soy tan sumamente superficial como para decir que de ti me gusta tu pelo, tus ojos o que me pareces simpática... Si tuviera que detenerme en cada palmo de ti que me gusta me quedaría con muchas cosas: con el olor de tu perfume, tu respiración relajada, el sonido de tu risa, el brillo de tus ojos, la fuerza de tus palabras.

Déjame intentar plasmar mis sentimientos, mis deseos y mis miedos.
Mi sentimiento es amor. Amor inocente, no es como el primer amor porque ese ya lo pasé y está claro que me ha marcado para siempre, pero está bastante claro que siento algo y es excesivamente fuerte. No es por menospreciar lo que los demás hacen por mí pero, tú eres mi nueva luz. La anterior me explotó en la cara pero tú lo máximo que puedes hacer, es que explote de felicidad. Digamos que yo soy un lienzo en blanco y tú eres el lápiz que dibuja nuestra historia. No es que esto sea definitivo ni eterno porque son promesas que nunca se podrán cumplir pero dentro del concepto del infinito, intentaré darte mi todo durante todo el tiempo que lo necesites. Para mí nada acabará hasta que tú decidas terminar con ello. Muévete tú, porque yo estoy paralizada y sin respiración desde el momento en que decidiste posar tus ojos sobre mí. Mueve ficha, tranquila y abiertamente, no tienes nada que conquistar, nada que perder porque ya me has hecho el jaque mate.
Por desear, deseo muchas cosas pero la primera que se me ha pasado al escribir aquí y ahora, escuchando música tan alto que me duelen hasta los tímpanos ha sido sólamente una: tú y yo. No quiero nada complicado, no quiero dramas. Lo único que quiero es elevarte a las nubes como tú haces conmigo con algo tan sencillo como sonreirme. Desde que te conocí, le doy importancia al paso del tiempo porque cuento los minutos que quedan hasta que pueda verte de nuevo.
Miedo. ¿A qué tengo miedo? Tal vez tenga miedo a muchas cosas, como cualquier ser que existe, pero el que más me está marcando ahora es el simple miedo a que te vayas. A dónde sea, con quién sea. Irte. Yo por un lado y tú por el otro.

Estoy feliz, no puedo negarlo pero también me pregunto cuánto me durarán estos momentos perfectos que marcamos, que inmortalizamos para siempre. Fotografiemos cada segundo con una Polaroid para que podamos mirarlo al instante y después, intentar mejorarlo. Cada momento será más perfecto que el anterior. Un círculo infinito de tú y yo donde no cuentan los besos, ni los abrazos si no los sentimientos.
Podría escribir un millón de cosas más pero, lo dejaré aquí por ahora porque el resto de cosas las escribiré para cuando tú y yo, seamos para siempre.






No hay comentarios:

Publicar un comentario